12 junio: ganadores y perdedores
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GANADORES
Antonio Sola gana la guerra sucia a los asesores priístas, al activar su “Plan B” con la derrota de Memo Anaya en las urnas: judicializar el proceso electoral y anularlo con significativo apoyo de clases medias y altas de distintas regiones del estado.
Ganan los candidatos de los partidos políticos e independientes que han exacerbado el hartazgo y descontento social para apuntalar sus intereses poselectorales.
Gana Coahuila si esta variopinta efervescencia “ciudadana”, posterior a las impugnaciones, fuera el fermento para que, organizada y articulada, ejerza presión cotidiana a su alcalde, diputado y gobernador.
PERDEDORES
Pierde el delegado del INE, Juan Álvaro Martínez Delgado, por tres razones: no capacitó adecuadamente a los representantes de casillas para contar los votos y cerrar debidamente los paquetes electorales. No expidió en tiempo y forma los nombramientos de los representantes de los candidatos en las casillas. Y no protegió el traslado de los paquetes de las casillas a los comités. Con Martínez Delgado pierden también los Consejeros Ciudadanos del INE que aprobaron y supervisaron el cumplimiento de dichas decisiones.
Pierde el IEC por su débil política de comunicación estratégica para informar a los coahuilenses de manera proactiva, clara y precisa, los aspectos cruciales del proceso electoral.
Pierde la ciudadanía indignada, no partidista, participante en esas “marchas ciudadanas”, que en apariencia exigían respeto a la legalidad y certeza del voto, cuando en realidad sólo buscan anular las elecciones para afianzar el eventual triunfo de Memo Anaya.
Pierden las organizaciones de la sociedad civil que promovieron la participación en esas “marchas ciudadanas”, cuando ignoraron –por ingenuidad o mala intención– el motivo de corte partidista, no ciudadano, de las mismas.
Pierde un Coahuila dividido, porque ni Riquelme ni Anaya han probado tener en sus respectivas carreras políticas la capacidad para conciliar diferencias profundas entre partes. Ambos son rijosos e intolerantes.
