Cuestión de dignidad

El inicio de año fue atropellado, convulso, bronco, violento. Más de lo habitual. Los incrementos a las gasolinas y luego a la energía eléctrica prendieron la mecha de la violencia. Y todo tiene un denominador común: no hay vida digna en México. El salario mínimo no alcanza a cubrir lo mínimo necesario para vivir. La pobreza en México, usted lo sabe, se ha incrementado desde la llegada al poder presidencial de Enrique Peña Nieto. Hoy somos más pobres (cifras hablan de 60 millones de indigentes). Y en este marco de carencias, el huracán Donald Trump empieza a jugar un papel fundamental en el futuro del País debido a su política de proteccionismo. 

Si usted es un aficionado y observador (como yo) a la conformación del gabinete del magnate Trump al frente de Estados Unidos, se habrá dado cuenta de la siguiente: Trump puso al frente de la secretaría de Educación a un hombre contrario a la educación pública. En Salud puso a administradores y médicos contrarios a la política de salud reformada por Obama; en asuntos sociales a millonarios que nada tienen que ver con la asistencia social… en este amasijo de toma de decisiones con fines proteccionistas y de corta visión global, si acaso no frena del todo la instalación de las armadoras de autos en México mediante sus ingentes impuestos, ya amenazó con algo peor a México y lo cual sería un golpe tan letal para el País como lo fue el “gasolinazo” de enero. El Presidente Trump amenazó que bloquearía la salida de remesas de los trabajadores mexicanos a sus familias en el País. Si no las bloquea, si puede montarles impuestos de espanto. Tanto así, que sería casi incosteable que los trabajadores inmigrantes (lo que antes decíamos que eran los braceros) las estuvieran enviado a sus familias nacionales. Y si usted lo recuerda, este tema lo toqué el año pasado por un libro que el maestro Baltasar Hernández depositó en mi mano para su análisis. 

Las remesas de los connacionales que se van a trabajar a EU, son una de la principales entradas de divisas al País. Junto con la inversión extranjera directa y las exportaciones de petróleo crudo. Sólo para que usted se de una idea del pastel económico en juego, a Coahuila le llegaron en el año de 2016,  419.20 millones de dólares (reporte de Banxico) procedente de los braceros avecindados en los Estados Unidos. De enero a diciembre del año pasado y a nivel nacional, se cuantificó el dinero (remesas) en 26 mil 59 mdd. No el muro es lo que importa, sino el gravamen a este inmenso flujo de dinero que de tasarse, ahora así el país estaría en riesgo de tronar. Bien, ¿y si Trump deporta a los más de 11 millones de mexicanos que allá viven ilegalmente? 

Esquina-bajan
Dice el evangelista Mateo en su texto, capítulo 6, versículo 25: “Por eso os digo: no os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” Pues si, las palabras suenan perfectas en el papel y si usted cree a pie juntillas en ellas, debería sólo de esperar. Pero, en la vida real y aquí y ahora, el magro salario de gente como usted y como yo lector, no alcanza para vivir dignamente. 

Y creo que usted ya se dio cuenta. Cuando fue el mensaje de Peña Nieto el miércoles 5 de enero, tratando de explicar el ingente aumento de las gasolinas, hizo un llamado a la unidad de México con su vecino distante de siempre, Estados Unidos, ahora bajo la égida de Trump. Habló de refrendar los “sentimientos de amistad”. Una amistad y cercanía que a Trump y a su equipo no les interesa. A su secretario de Estado le interesa sólo establecer sólidos vínculos con los países más fuertes en petróleo y energéticos, especialmente Rusia y Arabia Saudita. ¿México? es su patio trasero.  

De un día a otro, pasamos de una “aldea global”, a un proteccionismo ramplón y decadente. La “democracia” era el valor supremo en Washington hasta la llegada de Trump. Hoy se habla de un blasón: la “derecha alternativa.” Es decir, la supremacía, una vez más, de la oligarquía. Y la derecha se está apoderando de puestos en todo el mundo, su auge ya es de pensarse en las elecciones próximas en Holanda, Francia y Alemania. Japón y Rusia son nacionalistas, como nacionalistas se volvieron de un día a otro con Trump en los USA. Europa ya no es la misma. Fuera Gran Bretaña, ya no se puede hablar de una Europa unida. Quebrados estos dos países, Italia y Grecia. ¿Cuáles son hoy las bondades del libre mercado, la democracia y eso llamado libre autodeterminación de los pueblos. Dónde la dignidad?         
 
Letras minúsculas
El País tiene hambre. El País en 2018 puede girar a la derecha. No para bien, según mi juicio. Volveré al tema.