Diario de poeta 30/07/17
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Diario de poeta
A las redes me he mudado,
pues aquí tiempo y espacio
pierden al fin su sentido.
Puedo caminar despacio,
cual Picasso en el mercado,
sin trayecto definido.
Aquí puedo divagar
por las rutas del azar,
en extensos soliloquios
tejidos de circunloquios
y de lugares comunes,
de complejos asegunes,
imágenes cotidianas,
cuerpos y melancoholías:
la poesía es, si la ganas,
cosa de todos los días.
La pequeña Venecia
Han protestado cien días
y no tiran a Maduro.
No los apoya la CIA,
o el dictador no es tan duro.
Estas multitudes hartas
usan cuerpos de pancartas.
Nicolás, un camaleón,
se adapta a las circunstancias:
aprovecha las instancias
jurídicas como un león,
su tapete de tahúr
cubre todo el Mercosur.
Jamás esta dictadura
aplastó la democracia:
antes bien, la mano dura
sobre su lomo la alacia,
e inclusive pone un toldo
donde tome el sol Leopoldo.
(En tanto, sufre Elba Esther
—la prisionera política—
la venganza paleolítica
de un presidente inmaduro,
discípulo de Maduro,
de un régimen que en su abismo
es peor que cualquier chavismo).