Gignac rescata a los Tigres y dejan todo para la vuelta
El francés consiguió un doblete al final del encuentro, que revivió las esperanzas felinas de levantar la copa
MONTERREY.- Cuando Chivas tenía a Tigres bajo la suela, boca abajo, contra las cuerdas y con medio título en la bolsa, apareció la figura de André-Pierra Gignac para revivir a su equipo y a todo un estadio Universitario que había enmudecido.
Dos estocadas del francés en cuestión de minutos (al 85’ y 88’) le dieron a Tigres un empate in extremis ante un Guadalajara que hasta 5 minutos antes del final, había conseguido un 2-0 inapelable.
Mala suerte para un Chivas que quizás jugó su mejor partido del semestre y que ahora con el 2-2 será como volver a empezar cuando ya tenía una ventaja determinante en sus manos.
Fortuna para Tigres, que si bien no estuvo a la altura de la Final, sí encontró en los pies de una fuera de serie como Gignac, el atajo necesario para emparejar en el resultado lo que no había podido lograr en la cancha.
De repente, todo quedó abierto para que el próximo domingo en Guadalajara se defina un título que, a como terminó la Ida, está para cualquiera.
El Tigres de los destellos al final del día respondió con su vieja fórmula, esa de aprovechar las circunstancias para conseguir los objetivos.
Dos bofetadas de Gignac que dejaron atónito a unas Chivas que estaban dibujando una Final por nota.
El Guadalajara hizo un partido impecable, más allá del 2-2. Tuvo movilidad, presión, dinámica y gol. Llevó a Tigres a su juego y lo ahogó, lo fracturó y le bloqueó la circulación.
Dentro de ese contexto, Chivas no renunció al plan y no dejó huecos para que Tigres levantara la cabeza. El equipo de Ferretti se sintió incómodo, vacío e impotente por un lapso de 85 minutos.
El Universitario se quedó mudo. Primero, porque no esperaba una Final bajo estas condiciones. El favoritismo de Tigres se olía y se disfrutaba en la previa. Nadie suponía semejante golpe.
Y menos que el mismísimo Alan Pulido sea el autor del primer mazazo. Fue al 23’ cuando el ex delantero felino clavó un zurdazo para fusilar a Guzmán, después de una pésima salida del portero.
El 1-0 no le cayó del cielo a Chivas, porque si bien estaba haciendo un juego a la altura del compromiso, pero no generaba mucho, el gol le pagó ese esfuerzo en la primera oportunidad que tuvo.
Tigres no reaccionó como se creía. No lo hizo porque simplemente no pudo. Chivas le cerró los espacios, le aplicó el dos contra uno, buscó la superioridad de hombre sobre el balón y lo maniató desde el medio. En pocas palabras, lo anuló y se la puso difícil.
Al 42’ llegó el gol de Rodolfo Pizarro en otra mala salida de Nahuel Guzmán. El 2-0 parecía inamovible, por méritos del ganador, y por lo poco que había ofrecido el local.
Así se confirmó casi todo el segundo tiempo hasta que levantó la mano Gignac y se encargó de romper la lógica del juego y del resultado.