Golpe de calor: tome sus precauciones
Los profesionales sanitarios recomiendan extremar la precaución desde el momento en que los termómetros superen los 35 grados.
Cada verano las altas temperaturas provocan golpes de calor que en algunos casos acaban en fallecimiento: más de una veintena el año pasado. Los profesionales sanitarios recomiendan extremar la precaución desde el momento en que los termómetros superen los 35 grados.
El pasado año, que fue especialmente caluros, los servicios sanitarios de las comunidades autónomas comunicaron al Ministerio de Sanidad 24 fallecimientos atribuibles a golpes de calor, una cifra que no se superaba desde 2006, cuando hubo 21 muertes.
Cualquier persona expuesta durante un tiempo prolongado a una temperatura ambiental elevada es susceptible de sufrir un golpe de calor, un trastorno grave que puede causar la muerte, ha señalado a Efe el doctor Javier García Alegría, jefe de servicio de medicina interna del hospital Costa del Sol de Marbella. Los seres humanos tenemos unos mecanismos de regulación para mantener nuestra temperatura corporal dentro de unos límites que permiten que se desarrollen las funciones vitales, ha explicado este internista.
Un golpe de calor no es más que la pérdida de esos mecanismos por una sobreexposición térmica intensa que hace que la temperatura corporal suba por encima de los 40 grados, lo que provoca una alteración en las funciones vitales (cardiovascular, metabólica, respiratoria y neurológica). Pero, ¿cuánto tiempo hay que estar expuesto para sufrir un golpe de calor? Depende de la temperatura ambiental y de la humedad. Así, según el doctor García Alegría, miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la capacidad de nuestro organismo de eliminar temperatura a través del sudor se reduce cuando la temperatura ambiental supera a la corporal (más de 36-37 grados).
Fiebre de 40 grados, cefalea intensa y sequedad de mucosas, pero también dolor en las articulaciones, falta de visión o mareos son signos que pueden alertar de que se está sufriendo un golpe de calor, ha señalado a Efe el doctor Juan Carlos Montalvá, coordinador del grupo de trabajo de urgencias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Aunque cualquiera puede sufrir un golpe de calor, hay colectivos especialmente vulnerables como las personas mayores, enfermos cardíacos, renales o con diabetes y los que toman determinados tipos de medicamentos como diuréticos.
“Todos ellos tienen disminuidas las capacidades de eliminar temperatura”, precisa el doctor García Alegría. Otro grupo también expuesto es el formado por personas sanas que realizan un esfuerzo físico importante con temperaturas altas, como pueden ser deportistas y trabajadores a la intemperie (agricultores y empleados de la construcción).