La seriedad de Alemania
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Cuando Joachim Löw decidió prescindir de las figuras alemanas para llevar a la Copa Confederaciones un equipo joven, fresco y nuevo, no hubo mayores cuestionamientos en su país.
Será porque el futbol alemán tiene un blindaje que se lo da una grandeza competitiva que muy pocas selecciones pueden presumir en la actualidad. O será también porque el modelo de juego, esté quien esté en la lista, no tiene contraindicaciones.
Alemania ganó su grupo dentro de lo presupuestado y se metió en las Semifinales de la Confederaciones donde espera a un México que, contrario a la causa teutona, sigue sumando triunfos con un entrenador que ofrece resultados, pero que es salvajemente criticado.
Osorio confía en su método, pero muchos de sus colegas, medios y aficionados, no. Acumula 20 victorias en 27 partidos dirigidos en su ciclo, aunque de igual manera su ejercicio es discutido.
Sin embargo, Osorio es consciente que a los únicos que tiene y debe convencer es a los jugadores, y no necesita discursos populistas para persuadir como lo han hecho otros entrenadores.
Es cierto que sus rotaciones generan muchísimo estrés en el ambiente, pero si no las hiciera, probablemente provocaría lo mismo.
Sin comparar niveles ni estructuras, el colombiano no tiene la suerte de contar con un contexto nacional y una espalda mediática más favorable para hacer menos traumático su trabajo. En cada partido, Osorio está obligado a escapar de la condena.
Ahora, enfrentar a Alemania no será cualquier cosa para México ni para Osorio. Ni siquiera a esta Alemania que no ha ocupado a Neuer, Hummels, Reus, Boateng, Ozil, Müller y Kross para ser igual de ambiciosa, pese a algunas intermitencias.
Al jugador alemán difícilmente se le pueda subestimar. Tiene las virtudes asociadas al cerebro y al músculo.
Sólo basta con seguir el radio de acción de Julian Draxler, el que representa a los ausentes en esta Confederaciones, para dimensionar que en Alemania nada ha cambiado a lo acostumbrado, pese a las piezas jóvenes.
Alemania es sinónimo del futbol total porque así juegan casi todos sus equipos en la Bundesliga, el torneo mejor organizado del mundo.
La selección de Löw es un reflejo. Su táctica es moverse todo el tiempo. El equipo es un ejemplo de cómo se deben hacer las transiciones integrales. Defensa que ataca y delanteros que defienden. Todos los condimentos en un solo envase.
Nada de improvisación.