Me dueles Saraperos, El sentir de la afición

Terminó una temporada más, no sabía si íbamos a finalizar la campaña en el sótano o si al menos aspirábamos a ser penúltimo en el Norte, honestamente ya nada salvaría este ciclo.

Como aficionado duele, y mucho, ver a tu equipo en la última posición. Y tal vez duela más porque Saraperos siempre ha sido, al menos desde que los sigo, un equipo que da pelea y que solía ser protagonista en la liga.

Un equipo que demostraba que no necesitaba nombres, sino hombres, que salieran a partírsela en el diamante para hacer feliz a toda su afición. No siempre se gana, porque en el juego también hay un perdedor, pero había ocasiones en que los aficionados salíamos orgullosos del Madero por haber visto a nuestros Saraperos luchar hasta el out 27, aún cuando el resultado era adverso.

Pero esas noches en el Madero no existen más, al menos no se vieron esta campaña, el equipo parece haber perdido la pasión y el amor por jugar el Rey de los Deportes. Siempre habrá uno o dos que destaquen en el grupo y que logren contagiar al equipo, pero en esta ocasión nadie se contagió, la temporada comenzó, transcurrió y terminó siempre en la parte baja del standing.

El 2017 fue extraño, en la mayoría de las ocasiones la afición estuvo ahí con el equipo, como siempre; de hecho Saraperos una vez más estuvo entre las mejores asistencias de la liga, pero eso no fue suficiente para que la Nave Verde lograra escalar posiciones.

Se arrastró el nombre un año más y eso a nadie le importó, total, muchos de los que hoy nos representan se van a ir, a lo mejor a triunfar, a lo mejor a llevar la malaria a otra ciudad, eso no lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que en Saltillo nos quedamos miles de personas con la franela bien puesta, esperando a que llegue una nueva temporada para demostrar el orgullo que sentimos por ser Saraperos.

Nos quedamos miles con ganas de poder volver a ver a nuestro equipo en playoffs, volver a soñar con levantar la copa y festejar una vez más que somos los mejores.

Que regresen esas tardes de júblio en el estadio, que se vuelvan a llenar todas las butacas y que retumbe con fuerza el Madero con el grito “Yo si le voy, le voy al sarape”.

Pero esas tardes no las conocen los que hoy están al mando, porque con ellos nunca han pasado. Y no han pasado porque no han querido, han alejado a la afición del estadio, de su equipo, y poco a poco han roto el vínculo que existía entre ambos.

Ojalá la próxima temporada haya un ajuste bueno, y no me refiero a correr o contratar jugadores, me refiero a que de verdad se den cuenta lo que representa formar parte de Saraperos. Que los jugadores y directivos sientan lo que significa llevar en su espalda la ilusión de los miles que estamos en las tribunas, o siguiéndolos ya sea por Radio, Televisión o, ahora, en Internet.

Me has dolido mucho por los últimos años, pero no por eso te dejo de querer, hasta cierto punto creo que eres como un mal necesario para mí. Pero vamos Saraperos, crecí viéndote y creo que nunca te dejaré de apoyar, espero que 2018 sea un año de reconciliación conmigo, con toda la afición y con tu verdadero espíritu, con ese espíritu verde que por años ha mantenido esto vivo.

No me falles, no le falles a la afición y, lo más importante, no te falles a ti mismo; sabemos que eres más que uno de los sotaneros del Norte y espero nos lo puedas demostrar el próximo año.

La temporada ha terminado y la espera por una nueva campaña será larga para la afición saltillense; el equipo se despidió otra vez temprano y los playoffs quedaron fuera del alcance y con ello la posibilidad de volver a ser protagonistas en la búsqueda por una nueva corona de la Liga Mexicana de Beisbol.
 

Los números en la Era Nerio

Año Asistencia Promedio Récord Porcentaje  Puesto
2017 266 mil 847 5 mil 132  44-64 .407  Séptimo
2016 264 mil 863 4 mil 816  50-61 .450  Séptimo
2015 305 mil 062  5 mil 756  57-52 .523  Tercero

5 puesto que ocupó la afición de los Saraperos de Saltillo en asistencia total en la campaña.

52 encuentros se disputaron esta campaña en el Parque Francisco I. Madero, casa de la Nave Verde.