Tigres y la lección de Santos
COMPARTIR
TEMAS
Santos quizás sea el equipo que más dolores de cabeza tácticos le provoca a Tigres, independientemente de quien lo dirija y cuál sea el modelo utilizado por Ferretti.
De hecho, la historia reciente así lo confirma: Santos lleva 16 partidos en fila sin perder frente a Tigres y no es algo circunstancial. En todos estos juegos, incluido el del domingo, los laguneros han demostrado saber atacar las debilidades de su adversario.
Durante el proceso de Caixinha, Santos fue el primer equipo que aprovechó con éxito, por ejemplo, los temerarios adelantamientos de Nahuel Guzmán.
Fue en la Semifinal de la Copa MX del Apertura 2014 en el Universitario cuando el zaguero Oswaldo Alanís sorprendió con un zurdazo desde su propio campo para colgarle el balón al portero argentino. Caixinha luego explicaría cómo habían analizado y entrenado la jugada.
Unos meses más tarde, en el Clausura 2015, Caixinha le volvió a quitar el dulce a Tigres en su casa por los Cuartos de Final.
En dicho partido, Santos logró restarle vértigo y poder a la automatización de Tigres. ¿Cómo lo hizo? Achicó espacios entre las líneas, neutralizó las bandas del rival y adelantó el bloque. Logró el objetivo.
En el grueso de los demás enfrentamientos, hasta la fecha, se ha mantenido la misma tónica. Con Zubeldía y el “Chepo” de la Torre, Santos apuntó a no dejar jugar a Tigres, cuando todavía se paraba con el 4-2-4.
El plan fue competirle en el medio y taparle las bandas. Hay diversos videos que pueden ayudar a entender la estrategia.
Sin embargo, el domingo Tigres “estrenó” otra idea frente a Santos (3-4-3), pero al parecer De la Torre ya la tenía agendada. O, al menos, dio la sensación que la lectura ya la tenía entrenada.
Lo cocinó desde el medio, con Osvaldo Martínez –el mejor contención no natural de la Liga-, quien aprovechó los huecos que dejaron en la transición defensiva Zelarayán y Dueñas, dos improvisados contenciones de similar perfil, que son ofensivos, pero que no sienten mucho la marca. A Tigres le urge un “5” tradicional.
Santos también aprovechó los pases largos a Furch y Tavares a espaldas de los tres centrales en jugadas de poca asociación y de mayor verticalidad.
La lección para Tigres ha sido muy buena: no por tener un mejor ataque te hace un mejor equipo si no tienes la manera de cómo contrarrestar el plan adversario cuando te hostiga.
Para Tigres ha sido una señal de alerta. El equipo de Ferretti se ha acostumbrado a que los demás se preocupen de sus virtudes, pero frente a rivales más preparados, esta lógica se debilita, y si no percibe estas advertencias, es probable que algún otro DT estudioso también consiga su propósito.