Vivir una vida plena Para que cuándo te vayas, dejes huella Jehudiel Valdés
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“Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez, y eso se llama PLENITUD.”
La semana pasada comenzaba a reflexionar sobre el tema que quería abordar esta semana, justamente el sentido de la verdadera plenitud. Y el fin de semana pasada, a muchos nos sacudió la pérdida de un gran ser humano. No podría quedar un ejemplo más perfecto de cómo vivir en plenitud, que la vida de Jehudiel. Como muchas personas que lo conocimos, fui tocada por su alegría contagiosa, su simpática forma de abordar las situaciones, su carrilla tan única y especial, y su forma de vivir priorizando el valor de la familia y la amistad.
El diccionario define la palabra “Plenitud” cómo el estado de una cosa o persona que ha alcanzado su momento de máxima perfección y desarrollo.
Jehudiel, vienes a dar en el clavo y a enseñarnos lo que muchas personas perdemos y tu lo gozaste en vida, buscando en cada momento desarrollarte al máximo. Muchos estamos vivos pero sin vivir, despiertos pero muertos en la queja, pesadez y preocupación, trabajando pero sin gozar la oportunidad de trabajar, teniendo amigos pero sin nutrir, procurar o cuidar de las verdaderas amistades. Vivos, pero enfocados en cosas que no valen la pena, ahogándonos en circunstancias que sólo nos alejan de la plenitud. Hoy tu partida deja a muchos de tus amigos y los que llegamos a conocerte tantas lecciones, y una de ellas, es aprender a vivir cómo tú, con esa alegría, encontrándole el sabor a todo y estando al mismo tiempo para todos.
Gracias Jehudiel, por enseñarnos que…
Plenitud es vivir con gozo el momento presente, haciendo las cosas que queremos hacer, sin cuestionar a los demás si deberíamos.
Plenitud es buscar esas experiencias que nos nutren, esas personas que nos alimentan, esas actividades que nos permiten desarrollarnos y darnos a los demás. Buscar y hacer esas experiencias que nos hacen SENTIR VIVOS.
Plenitud es vivir con alegría, alegrando el ambiente en el que estamos, regalando sonrisas y regalando momentos.
Plenitud es estar y saber- estar para los amigos, acompañando en lo bueno y en lo no tan bueno, escuchando e interesándose por lo del otro.
Plenitud es darse en plenitud en todas las facultades, no esperando a que llegue el momento perfecto, sino dando el máximo de si en cada momento.
Plenitud es vivir viendo las cosas y las circunstancias con sencillez, tratando a todos por igual.
Plenitud es salirte de ti mismo para darte y tener detalles con los que quieres.
Plenitud es dejar puros y buenos recuerdos en las personas que tocan tu vida o han sido tocados por ti en el camino.
Plenitud es vivir al máximo SIEMPRE.
Así viviste Jehudiel, nos das un gran testimonio y lección de vida. Bendecimos tu vida y tu camino. Estoy segura que Dios te premia junto a tus papás allá arriba y te bendice por el legado que dejaste, el bien que hiciste y cómo nos enseñaste a vivir y ser mejores personas.
Sé que puedes ver a toda la gente que te llora y toda la gente que tocaste. Estoy segura que gozas, porque esa era tu pura esencia, gozar. Sigue gozando porque te lo mereces, porque viviste una vida que deja una gran huella. Ojalá aprendamos a vivir cómo tu, y lleguemos a dejar un día una huella tan grande como tu lo hiciste.