En una semana dos osos llegaron a Saltillo; uno fue atropellado y el otro sufrió una caída
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Los animales silvestres que habitan en la Sierra de Zapalinamé se han hecho presente en la colonia Lomas de Lourdes
En los últimos seis días, un par de osos negros han llegando a la zona urbana de Saltillo en los límites hacia el sur.
De acuerdo a expertos en fauna silvestre, dichos ejemplares se internan en la ciudad buscando agua y alimento al no tener éxito en su hábitat natural, la Sierra de Zapalinamé.
El primer caso se reportó el pasado jueves 30 de junio cuando el cuerpo de un osezno se encontró en el bulevar Emilio Arizpe de la Maza, a la altura de la colonia Lomas de Lourdes.
De acuerdo a los informes policiales, el animal habría rondado la zona cuando fue atropellado por un vehículo que no se logró identificar. En tanto, el cuerpo del oso fue trasladado al Museo del Desierto, donde permanecen sus restos.
El pasado martes se volvió a atender un reporte relacionado al avistamiento de un oso, en la calle Retorno de los Osos, en la colonia Lomas de Lourdes.
Un osezno trepó un árbol ubicado al interior de un domicilio, la Policía Ambiental y la Secretaría del Medio Ambiente trataron de bajar al animal, por lo que uno de los trabajadores subió al árbol y a dos metros de distancia del oso le disparó dardos tranquilizantes.
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Si bien el plan era dormirlo y posteriormente bajarlo, el calmante actuó muy rápido y el oso cayó desde el árbol a una altura aproximada de 15 metros.
Al ser revisado en primera instancia, se dio a conocer que se encontraba estable.
Días previos al atropellamiento y la caída de los osos, vecinos del sector ya habían reportado avistamientos de dichos ejemplares. Incluso, señalaron haberle dado de comer a uno de ellos, esto a pesar de que la recomendación de expertos es no abastecerlos de agua o comida, pues representa un mayor riesgo.
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¿Es bueno darles de comer y bebes agua?
Kat Ortiz, veterinaria silvestre y zootecnista, explicó puntualmente que la fauna silvestre debe seguir adaptándose a las condiciones que se le presenten de forma natural y así seguir con su ciclo biológico.
Sin embargo una vez que los animales silvestres reciben algún tipo de acojo humano, como lo son alimento y/o agua, esto es un impedimento para que se dispersen y provoca un fenómeno de habituación que los acostumbra a ver las poblaciones humanas como seguras.
Contrario a lo que pudiera creerse, esto es un riesgo para ellos al querer quedarse, pues están propensos a ser atropellados, atacados por perros, gatos o los mismos humanos.
Además, recibirlos en el entorno humano también altera su alimentación e indirectamente se provoca una afectación al proceso de recuperación de los bosques, pues los animales dejan de esparcir las semillas.
