POLITICÓN: Debates del IEC quedan a deber
I. MÁS ORDEN
Las quejas más recurrentes en la Fiscalía General del Estado son contra agentes del ministerio público, por no seguir los protocolos, y contra agentes de la Agencia de Investigación Criminal. Tanto el fiscal Gerardo Márquez como María Eugenia Mazorra, directora de Contraloría y Visitaduría de la misma institución, tratan de mantener el control de los cientos de investigaciones, denuncias y los policías, personal administrativo, ministerios públicos y mandos medios, pero la realidad es que falta ajustar tuercas. Hay casos palpables: la mayoría de las denuncias por presuntos fraudes inmobiliarios mantienen retrasos, y no hay ni ruido, ni mucho menos nueces. Lo más reciente: los taxistas invadiendo la colonia Zaragoza como ciudad sin Ley, y se topan con un MP que ni siquiera se identifica. Otro MP más que no quiere devolver cosas robadas. ¡Orden!
II. HAY CIVILIDAD
Si bien en los debates existen muchos fuegos artificiales, la realidad es que el proceso electoral está transcurriendo con calma. No hay ni siquiera indicios de desencuentros entre militantes o simpatizantes de cualquier grupo. Pero además se están cuidando los detalles para que esto continúe igual y se garantice el libre voto el domingo 4 de junio, de acuerdo con el gobernador Miguel Riquelme.
III. SE CANSA EL GANSO
Con tantas ocurrencias del presidente Andrés Manuel López Obrador para sacar a los mexicanos de lo realmente importante: su forma de gobernar al país, casi nadie se acordaba de su frase: ¡me canso, ganso! Esta frase era, regularmente en alusión, a que podía hacer casi todo lo que se proponía. Quizás por eso ya no la utiliza, porque ahora sí, ya se cansó el ganso. El caso es que como la frase quedó en desuso en el lenguaje del Presidente, pocos lo tienen ahora presente. Sin embargo, la candidata de Morena, Lizbeth Ogazón, a una diputación local −quien por cierto ya es legisladora, pero había llegado por la vía plurinominal−, revivió no sólo la frase de AMLO, sino que se fabricó una botarga de un ganso de la cual se hace acompañar en la campaña. ¿Todavía hay efecto AMLO entre la población? Eso lo veremos en los resultados de la elección del 4 de junio próximo.
IV. DEUDAS
¿Habrá algún recurso legal, pero sin tanto rollo y desgaste, que pueda utilizar la Secretaría de Salud de Coahuila para recuperar lo que el Insabi le quedó a deber? La pregunta viene a cuento porque es una realidad que Juan Ferrer quedó a deber a Roberto Bernal 34 ambulancias y medicamentos. El Instituto de Salud para el Bienestar desapareció y dejó deudas, además de contratos abiertos. Aquí la chamba no sólo es para el equipo jurídico de Salud, sino también para los adormilados −que además andan ocupados en las campañas− diputados federales.
V. ATAQUES Y DESCALIFICACIONES CANTADAS
Estaba cantado que los candidatos opositores: Ricardo Mejía, Armando Guadiana y Lenin Pérez, en ese orden fue la intensidad y frecuencia de las acusaciones y descalificaciones contra Manolo Jiménez, no iban a desaprovechar la oportunidad del último debate rumbo a la elección para gobernador del estado. En un conteo rápido: Mejía fue el que más pólvora traía: 12 acusaciones de presuntos actos de corrupción y descalificaciones contra el candidato de la Alianza Ciudadana por la Seguridad, Manolo, pero también contra el gobernador Miguel Riquelme. La lógica de la campaña del candidato del PT es clara: ganar el voto de los inconformes. Le siguió Guadiana, quien utilizó los mismos argumentos que en los dos debates anteriores, pero todos fueron dirigidos contra Jiménez. Lenin Pérez fue muy mesurado porque su apuesta es recoger el voto de los indecisos, a quienes les fastidian los pleitos vanos.
VI. NO HAY PERDEDORES
Con el comportamiento de cada candidato se logra vislumbrar lo que aquí habíamos afirmado; todos ya ganaron: Manolo Jiménez sigue de líder en preferencias, Guadiana conseguirá la mejor votación para Morena en su historia en Coahuila, Mejía logrará el objetivo de Valeria Flores, que el PT tenga prerrogativas estatales y quizás otra vez diputados locales, mientras que Lenin rescatará a su partido −su alianza con Morena le había mermado ingresos−, la UDC, y de paso le echará la mano al PVEM.
VII. SIN TRASCENDENCIA LEGAL
¿Cuál será el objetivo de Ricardo Mejía, candidato del PT, en la búsqueda del voto? La pregunta viene a cuento porque en cada debate se arma con datos para evidenciar presuntos hechos que pueden constituir un delito. Los que más han llamado la atención son los revelados sobres los mandos de la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad de Sonia Villarreal. Y aunque sus dichos pueden dejar a cualquiera con la boca abierta y otros tantos también pensando sobre la veracidad de las acusaciones, la realidad es que ninguno tiene una trascendencia legal por el momento. Mejía no ha presentado denuncias penales sobre lo que dice. La campaña está lo bastante avanzada como para tener un impacto que lo haga catapultarse al menos a la segunda posición. Por eso el razonamiento es que Mejía sólo se autodestruye y divide el voto, eso queda claro en el búnker de Guadiana.
VIII. SUPUESTOS
Que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, presentó supuestas conversaciones por mensaje de texto entre Alejandro “Alito” Moreno y Manolo Jiménez. El caso es que la campechana anda metiéndose en la vida política de Coahuila. ¿A quién quiere beneficiar Layda con su programa de “La Hora del Jaguar”? La lógica es que busque bajarle puntos a Manolo desacreditándolo en la supuesta conversación con “Alito”, y que esto pueda repercutir en preferencia para Morena.
IX. SANO JUICIO
Casi acaba el martirio para Leticia Bravo, y el resto de los integrantes de la Comisión Temporal de Debates. Concluyeron los dos ejercicios programados para los candidatos a Gobernador y el balance general es que quedan a deber. No tuvieron ningún tipo en la selección de moderadores. El formato decidido, aparte de que cansó al público −y hasta los candidatos se veían fastidiados− en el segundo ejercicio, fue intrascendente. Es difícil, eso sí, lograr que se vean propuestas y que los candidatos no se den hasta con la cubeta, porque están en su derecho de expresarse, sin embargo, fueron cuatro horas de habladurías que no lograron entusiasmar a nadie de salir a votar, por el contrario, desanimaron porque ¿qué ciudadano en su sano juicio se levantaría temprano el domingo 4 de junio para ir a votar por el más peleonero, bravucón, bocón o buscapleitos?